miércoles, 28 de febrero de 2018

Vivir como si...

Una de las circunstancias que más condicionaron mi vida de adulto fue la asistencia a una escuela de verano de Astronomía en agosto de 1987. Tuvo lugar en Alpbach, Tirol Austria, organizada por la Agencia Espacial Austríaca (ASA).
Fue mi primer encuentro internacional de astrónomos y también la primera vez que salía al extranjero sin la compañía de un familiar. Íbamos varios compañeros de la facultad, todos estudiantes de doctorado en Astrofísica.
De la UB éramos Manel H. con quien coincidiría muchos años después en el departamento de Matemáticas de la UPC como galácticos ambos.
Al terminar el curso, en lugar de volver a Barcelona, nos fuimos hacia el Este, a Viena, que fue la  primera y única vez que he visitado la ciudad de los Valses y fuimos regresando por etapas:  Salzburgo, Zürich.
Desde Zürich hicimos una excursión al Oberland Bernés, tomando el cremallera que sube a la Jungfraujoch, desde donde puede contemplarse el glaciar más largo de Europa (Aletsch), excursión que despertó en mí el interés por los glaciares.
También venía Ana Heras, quien posteriormente entró a trabajar en la Agencia Espacial Europea (ESA).
Y también estaba quien había sido mi compañero de clase durante toda la carrera J.M Solanes
Ana ya había asistido el año anterior  al mismo curso por lo que nos hacía un poco de guía. Además, como había muy pocas féminas, nos servía de polo de atracción del personal.
Había también un compañero de la Complutense de Madrid (UCM) cuyo nombre no recuerdo, pero supongo que allí sigue, aunque con el doctorado ya terminado.
Tal vez se haya movido hacia la Universidad Politécnica (UPM) o siga en la UCM o en algún Instituto de Astrofísica en España  (IAA) o ( IAC) o en el extranjero.
Algo básico que me viene a la memoria de este compañero es que me recordó la primera lección de Física General de la carrera. Esto es: Que la Ciencia no revela Verdades. Se limita a construir modelos para tratar de representar el comportamiento de los fenómenos naturales.
Es decir: La Naturaleza se comporta como si siguiera una serie de leyes naturales que podemos representar mediante ecuaciones matemáticas.
Los cuerpos en el espacio caen como si hubiera una fuerza que llamamos de Gravedad que los atrae hacia el centro de la Tierra. No podemos afirmar que la Gravedad sea Verdadera pero sí podemos asegurar que no es falsa.
También los terapeutas aplican terapias según métodos de probada eficacia como los conceptos Bobath o Perfetti.
Mi visita al glaciar Aletsch en Suiza despertó mi interés por los glaciares




domingo, 4 de febrero de 2018

100 metros

Con reparto masculino reciclado de ocho apellidos vascos ( Dani Rovira + Karra Elejalde) la película titulada como esta entrada nos relata la historia verídica de Ramón ( Dani Rovira) a quien a los 35 años le diagnosticaron Esclerosis múltiple (EM), enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso central produciendo una parálisis progresiva en todos los músculos.
S e trata de una enfermedad de las denominadas autoinmunes. Es decir, enfermedades en las que es el propio sistema inmunológico el responsable de producir el daño al identificar copmo extraña a la mielina, proteína que recubre y protege todos los nervios. De este modo, aun cuando el cerebro está sano y puede dirigir los movimientos musculares, las órdenes no llegan a su destino porque las conexiones nerviosas están estropeadas. Es equivalente a la lesión medular, en la que el cable principal de transmisión de impulsos nerviosos ( médula espinal) se encruentra seccionado por lo que las órdenes crebrales no pueden llegar a su destino.
Pertenecen a esta categoría también la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), muy famosa por ser la que sufre desde hac emás de 40 años el conocido científico Stephen Hawking.
Ignoro las diferencias sintomáticas entre la ELA y la EM e invito al lector a informarse detalladamente en los enlaces que he puesto. A día de hoy no existe tratamiento conocido para erradicar ninguna de las dos enfermedades y únicamente existen fármacos para ralentizar su inexorable avance.En el caso de Hawking, su estado se complicó por una neumonía contraída en Suiza que obligó a practicarle una traqueotomía que lo dejó sin la posibilidad de hablar.
La cicatriz de traqueotomía es una de esas heridas de guerra que lucimos con orgullo quienes hemos pasado por el nada envidiable estado de coma.Sin embargo, la mayoría hemos tenido mucha más suerte que el cosmólogo inglés y no se nos ha visto afectada nuestra capacidad de hablar.
He coincidido en terapia de rehabilitación con bastante afectados por EM, no así de ELA y es que me dijo un fisioterapeuta que la ELA es muy virulenta y los pacientes fallecen mucho antes de llegar a la rehabiliración. . En eso Hawking debería de estar contento ya que la esperanza de vida desde un diagnóstico de ELA es de apenas unos meses y él ya lleva 40 años.
En el lado positivo vengo no obstante a contar que recientemente he podido correr 100 metros en tres minutos y medio. Lejos queda la marca del hectómetro de Usain Bolt (9,58 segundos).
Obviamente, yo no pretendo competir contra el atleta jamaicano y mi marca la conseguí dentro del agua ya que fuera de ella no tengo equilibrio suficiente para mantenerme en pie.
Nunca fui rápido corriendo. Ahora, además no me aguanto en pie por lo que debo correr dentro del agua

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