Gravity

Últimamente me ha dado por titular las entradas como la última película que he visto. No era ése el caso de Empiecen la revolución sin mí que la ví hace ya muchos años pero la situación prebélica que se vivía en aquel momento en Cataluña invitaba a un título así.
En el caso de Gravity, aunque la fui a ver al cine hace varios meses, la repitieron por televisión hace unos días y me ha hecho pensar mucho sobre mi situación. Por un lado, en un entorno de microgravedad podría moverme mucho mejor, incluso puede que llegara a mover mi extremidad superior izquierda (ESI) aunque no sé cómo podría afectar a mi  válvula de derivación ventrículo peritoneal.
Por otro lado, el hecho de que la película  transcurra en la Estación Espacial Internacional (ISS) me ha traído a recuerdo aficiones que tenía .
Vengo siguiendo la carrera espacial desde inicios de los 1970`s y conservo recortes de diario al respecto desde entonces.
Otra afición que tenía era la de observar el paso de la ISS por el cielo nocturno de Barcelona.
Para eso, eranecesario conocer con precisión a qué hora iba a suveder así como la trayectoria que iba a describir en el cielo. Esa información es perfectamente accesible en Internet en sitios como Heavens above.El paso es tan rápido que no puede confundirse con un avión pero tampoco da tiempo a observarlo con ayuda de instrumentación óptica ya que entre que apuntas y enfocas, ya ha pasado.
Ahí estriba otra de las actividades que hecho de menos actualmente por mi situación.
Montar el telescopio o los pesados prismáticos para observar el cielo es algo que ha quedado fuera de mi alcance. No digamos ya montar el telescopio cuya caja con todos sus accesorios pes más de 30 Kg , peso que no puedo levantar con una sola mano, menos aún colocar el tubo del telescopio sobre la montura.
De mi época de becario del Observatorio Fabra de Barcelona, cogí la costumbre de observar asteroides - ahora llamados planetas enanos-actividad que tenía la gracia de comprobar de una semana a otra cómo se había movido por el cielo el asteroide en cuestión, demostrando así que no era una estrella fija en el cielo.
Otra de las cosas que también echo de menos es el esquí..
Fue así como hace un par de semanas, la familia al completo se fue a esquiar a Port- Ainé (Lérida) donde ya fuimos cuando yo aún estaba bien.
La buena noticia es que, aunque no pueda ir, con la ayuda de mi AP puedo quedarme sólo en casa sin ser un estorbo para la familia.

Carolina observando Júpiter desde casa  a los dos años