viernes, 4 de septiembre de 2015

Camina o revienta


Es el título de esta entrada del ídem de un libro escrito por el más famoso delincuente común de la Dictadura en el que relata su proceso desde que, saltando de un tren en marcha, escapó de los guardias que lo vigilaban hasta que finalmente fue devuelto a prisión.
Lo he tomado prestado porque esa fue la respuesta que me dio David (mi fisio) una ocasión en que le manifesté mi cansancio por el interminable proceso de rehabilitación que me veo obligado a seguir
Obviamente, Gott sei Dank, la vida no me ha dado ni la décima parte de las bofetadas que le dio a el Lute
Sion embargo, la odisea sufrida por el Lute , tiene muchos puntos en común con un interminable proceso de rehabilitación neurológica hasta el extremo de que ambos procesos pueden leerse en clave de alegoría el uno del otro.
De hecho, la odisea del Lute es una alegoría de la vida de cualquier persona que se pasa la vida luchando en pos de alguna ambición aunque, al final todos hayamos de terminar igual y sin posibilidad de evitarlo.
Salvando las distancias y reconociendo la obviedad de que fue mucho más duro el proceso de huida del Lute de lo que pueda serlo el mío, en ambos casos existen incertidumbres sobre el día a día y – sobretodo- el cómo y cuándo terminará.
También en ambos casos existe la imposibilidad de rendirse y dejar de seguir adelante
Como decía José Vélez en su canción "Es así la vbida":
 No nos da miedo luchar/Aun sabiendo que al fin no podremos vencer/Es así la vida, para ti y para mí./Es así la vida/ lo importante es vivir.
Aunque nuestra vida sólo puede terminar de una manera, estamos obligados a continuar nuestro camino por duro que resulte

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