lunes, 20 de octubre de 2014

Enhorabuena Peny


Comenté hace unas semanas que habíamos llevado a Peny- que estaba en celo- con el perro del vecino de Cambrils ya que son de la misma raza.
Pasadas las semanas correspondientes, se ha producido el feliz acontecimiento y ha traído al mundo a sus cachorros.
Finalmente fueron 5 pero uno de ellos vino en bastante mal estado y sólo sobrevivió unas horas.
Me gustaría poder poner sus restos mortales a disposición de los genetistas caninos por si podían averiguar algo a partir de ellos. Sin embargo, ignoro qué ha podido ser de tales restos, de modo que no podrá ser
Los cachorros de Peny y yo, además de ser mamíferos, tenemos en común idéntica preocupación por la unidad de España.
Análogamente, tales cachorros comparten con todos y cada uno de los miembros del Govern de la Generalitat idéntico interés por los problemas reales de los ciudadanos de Catalunya.
Comenté también con ocasión de la confirmación de los comestibles  mi enfado con el Espíritu Santo por haberse dedicado últimamente a visitar a todas mis terapeutas e incluso a una de mis médicos rehabilitadoras (la doctora abC). Ya he comentado más arriba que la concepción de Peny poco debe haber tenido que ver con el Espíritu Santo y sí mucho con el perro del vecino, pues Peny no es – ni puede ser en ningún caso- creyente ya que carece de la capacidad de razonar (es una perra) y – probablemente – hasta de alma. Tampoco creo que tenga mucho que ver el Espíritu Santo con los embarazos de mis terapeutas quienes conviven todas con una pareja masculina. La epidemia de embarazos comenzó hace ya mucho tiempo  cuando yo todavía estaba en la Guttmann.
Creo recordar que la primera en caer fue Mireia, terapeuta ocupacional (T.O.).
Como en aquellos tiempos yo aún no era consciente de mi incontinencia verbal, le solté sin pensar: Sí es verdad que se te han inflado las tetas y se te han puesto de premamá.
Luego ya en la uen, fueron por este orden: Mar, Paula, (neuropsicos) Miriam (fisio) y, la última, aún de baja, Raquel (T.O.). Lo cierto  es que iban despareciendo por una temporada y, al regresar, contaban, he tenido una nena. Ese hecho me hacía pensar que sí podía ser obra y gracia del Espíritu Santo.
Es biológicamente posible que una hembra de mamífero se quede embarazada sin necesidad de aparearse con un macho. Ese fenómeno se denomina partenogénesis virginal y es el método habitual de reproducción en algunas especies animales. Al no haber intercambio genético, no obstante, la cría es idéntica a la madre por lo que sólo puede ser una hembra.
Aunque los bebés de Peny no sean objetos de su propiedad, han representado unos Reyes

adelantados para los comestibles.


Santi con uno de los bebés de Peny

2 comentarios:

  1. Hola, Santi. Recibe un saludo bien fuerte de uno que también pasa mucho tiempo sin hacer nada importante. Verdaderamente, si tuviera más tiempo, me gustaría poder dedicarme a ver a mis antiguos compañeros de escuela y de trabajo. Hace tanto tiempo que no los veo, que de algunos no recuerdo ni la dirección. Me gustaría recordarla para poder volver a saludarlos. Un abrazo. Josep Lluis.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Josep Lluis por tu comentario.
      La verdad que mis limitaciones de movilidad provocan que mi vida social haya quedado también muy mermada. A veces me llegan correos de amigos a los que me gustaría ver pero no me atrevo a quedar con ellos porque creo que no sería una buena compañía.
      Un abrazo.
      Santi

      Eliminar

Comentarios y entradas