viernes, 25 de marzo de 2011

(Ad)mirar el cielo

Una de las actividades que practicaba con frecuencia antes de mi accidente era la observación del cielo nocturno. Afición que he inculcado también a mis hijos, de modo que no es raro ir por la calle y Santi, de 7 años, me diga: Papá!mira Júpiter¡(creo que lo reconoce por el color). Con las constelaciones aún no nos hemos puesto, excepto con la Osa Mayor que puede verse todo el año desde la terraza de casa. También en invierno miramos a veces la constelación de Orión que puede verse desde el balcón que da a la Gran Vía y les explico que la mancha borrosa  por debajo del cinturón (las tres estrellas alineadas muy brillantes) es la Gran nebulosa de Orión, en donde se están formando estrellas. En Orión pueden distinguirse claramente por su color Betelgeuse que es una gigante roja, y Rigel , que es una gigante azul.  En verano les enseño el llamado triángulo de verano (Deneb-Vega-Altair) de tres constelaciones diferentes (Cisne-Lira-Águila). No obstante, por tratarse de una actividad que debe realizarse a altas horas de la noche y al día siguiente hay que ir al colegio, no nos dedicamos con toda la frecuencia que me gustaría. Además, con mi lado izquierdo paralizado, no puedo montar el telescopio ni levantar los prismáticos ni permanecer de pie para observar. Y en invierno, por la noche,hace frío. No son las únicas razones. También me pasó una vez que me estiré con Carolina en el suelo de la terraza a mirar estrellas pero la oscuridad de la noche la asustó y entró para la casa. Aprovecho este foro para hacer un llamamiento a la conservación del ecosistema nocturno y a ver si se eliminan de una vez esos focos- en especial, los antiaéreos de Montjüic que pretenden decorar la ciudad y sólo consiguen privarnos del derecho a observar el cielo. El cielo es patrimonio de todos y la parquetematización de Barcelona no debería arrebatárnoslo.Visita http://www.celfosc.org/. Otra cosa que hacía era observar asteroides o pequeños planetas que tenían la gracia de irse moviendo por el cielo y podíamos ver que, efectivamente, no eran estrellas, pues la semana anterior estaban en otro sitio. Esa afición sí la he dejado de lado definitivamente porque identificar el campo de estrellas es una tarea muy laboriosa y mi actual limitada movilidad no me lo permite.

la constelación de  Orión es de las más fácilmente identificables mirando hacia el SE

3 comentarios:

  1. Muchas gracias, Santi. La verdad es que es un tema apasionante. La verdad que el hecho de mirar al cielo, las estrellas, escuchar el sonido del agua de un río, recrearse viendo desarrollarse a cualquier planta, vivir en una palabra, son cosas que tenemos un tanto olvidadas. Debemos recuperar el contacto con la naturaleza. Un abrazo.

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  2. Gracias Albert por tu comentario. Como siempre, me comentas el primero y a los pocos minutos de publicar. El cielo es una parte de la naturaleza que tenemos olvidada y las ciudades pretendidamente "modernas" como Barcelona no facilitan para nada ese disfrute. Eso sí, facilitan que puedan hacerse unas postales muy atractivas de la noche de la ciudad.
    Un abrazo.
    Santi

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  3. HOLA SANTIAGO.- EN PRIMER LUGAR PERDONA QUE NO HAYA CONTESTADO A TU ULTIMO ESCRITO DE MI BLOG,
    YA QUE INTERPRETO QUE QUE ES UN PUNTO DE VISTA DIFERENTE ENTRE TU Y JORGE.
    EN CUANTO AL TUYO NOS HAS DADO UNA EXPLICACION Y CASI LECCION DE ALGO TAN AMENO COMO ES LA NATURALEZA.
    ME GUSTA EN GRAN MANERA QUE LES ENSEÑES A TUS HIJOS AMAR EL INFINITO FIRMAMENTO, PUES CREO QUE SOLO DE ESTRELLAS HAY MUCHOS MILES Y LAS DISTANCIAS HAY QUE CONTARLAS POR AÑOS LUZ.
    UN FUERTE ABRAZO.

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